"Quiero llevar un mensaje de amor, esperanza, diálogo y unión como lo hace la Vinotinto" "Yo me considero una chama súper natural y eso es lo que se busca, así como también compromiso"
Isabela Ramos (Carabobo), Irene Esser (Sucre), Osmariel Villalobos (Yaracuy), Gabriella Ferrari (Distrito Capital) y Gabriela Quiñones (Nueva Esparta)
Dos futuras abogadas, una periodista, una estudiante de Comunicación Social y una alumna de Artes Escénicas se perfilan como las más fuertes candidatas a convertirse el próximo sábado 15 de octubre en la sucesora de Vanessa Goncalves como la mujer más bella del país. Y ellas lo saben.
Además de ser las favoritas, tienen algo más en común: desde pequeñas soñaban con llevar la corona de Miss Venezuela y hasta juran haber llegado a agradecer el título mientras caminaban por un amplio escenario de ficción.
Miss Distrito Capital, Gabriella Ferrari; Miss Sucre, Irene Esser; Miss Carabobo, Isabela Ramos; Miss Nueva Esparta, Gabriela Quiñones; y Miss Yaracuy, Osmariel Villalobos, confiesan entonces por qué deberían ser elegidas -por encima de sus otras 19 compañeras- como la nueva soberana de la belleza nacional.
"Yo quiero transmitir un mensaje de amor, esperanza y diálogo. Quiero llevar un mensaje de unión, así como lo hace la Vinotinto", dice Miss Distrito Capital, Gabriela Ferrari, estudiante de sexto semestre de Comunicación Social de la Universidad Arturo Michelena de Valencia, y quien se considera una persona responsable y con la disposición adecuada para asumir la responsabilidad del título de belleza. "La Miss Venezuela tiene un poder mediático muy grande", asegura.
Tras cuatro meses de arduo trabajo, Miss Sucre, Irene Esser, considera que tanto ella como sus 23 compañeras de concurso están preparadas para ser elegidas Miss Venezuela 2011. Pero no tarda en respingar: "Yo soy una muchacha innovadora, tengo muchos proyectos y si llego a ganar no dejaría pasar esos planes por debajo de la mesa", dice sobre sus cualidades.
Esser, estudiante de Artes Escénicas, recuerda que viene de un pueblo muy humilde, Río Caribe, en el que no tenía conocimiento de qué era el teatro. Por esa razón, de resultar ganadora la noche final del certamen, durante su reinado se esmeraría en desarrollar varios proyectos artísticos. "Hace falta mucha cultura en Venezuela", sentencia.
Y si de resaltar sus cualidades se trata, Isabela Ramos, quien lleva la banda de Miss Carabobo, enumera las suyas. "Yo me considero una chama súper natural y eso es justamente lo que se está buscando en los concursos, así como también responsabilidad y compromiso", expresa.
Ramos, quien tiene 21 años, jura que de ser la sucesora de Vanessa Goncalves, le gustaría levantar la bandera de la lucha contra el cáncer. "Yo fui víctima directa de lo que es el cáncer de seno: mi mamá murió cuando tenía 16 años, y por lo tanto quisiera abrazar esa causa", afirma.
Al igual que Miss Sucre, Miss Nueva Esparta, Gabriela Quiñones, cree que todas tienen el mismo chance: "Ninguna de las venticuatro participantes hemos decaído nunca en estos cuatro meses. Hemos luchado para obtener esta corona, le hemos puesto ánimo al gimnasio, a la dieta, a la pasarela y a las clases de oratoria para ser Miss Venezuela 2011. Yo creo que todas tenemos temple y tenacidad", dice la estudiante de cuarto semestre de Derecho, quien agrega, eso sí, que le gustaría dar continuidad al noble trabajo realizado por todas como aspirantes a la corona. "Me pareció espectacular la labor que hicimos en el Hospital Ortopédico Infantil. Me encantaría seguir con eso".
Miss Yaracuy, Osmariel Villalobos, en cambio, no titubea al hablar de todos sus atributos. "Desde que entré al concurso he sido una persona muy natural, auténtica, trato de ser yo en todo momento. Antes se buscaba una imagen artificial, yo tengo una más bien fresca", dice ella, que confiesa además sentirse atraída por "la comunicación y la televisión".
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